Vivian Maier fue una fotógrafa nacida en Nueva York, aunque su madre era de Francia, donde vivió hasta los 25 años, cuando se mudó oficialmente a Nueva York para empezar a trabajar como niñera y dedicarse a la fotografía.
En las casas en las que se quedaba para poder llevar a cabo su labor de niñera, le dejaban una habitación para que se acomodara, aunque ella la usaba mayoritariamente para almacenar periódicos y cosas de su interés.
Acumuló todos los carretes de fotos que no había conseguido revelar antes de abandonar las últimas casas en las que trabajó, y debido a la pobre situación económica en la que se encontraba hace los últimos años de su vida, decidió venderlos.
Una vez fallecida, estos carretes acabaron en subastas y los adquirió un estadounidense llamado John Maloof. Este se propuso encontrar el origen de estas fotos, por lo que fue comprando todas las pertenencias de Vivian que estaban dispersas por diferentes almacenes de Nueva York y, a raíz de lo que adquiría y preguntaba a familias con las que ella había trabajado, fue contando su vida e historia.
Se han hecho muchas exposiciones y películas documentales sobre ella ya que su vida fue muy interesante.
Uno de esos documentales se llama "finding Vivian Maier"
En él se ve el camino que recorre John Maloof buscando pertenencias e información de Vivian, como habla con las familias que ella cuidó y como reconstruye su vida a base de testimonios y pertenencias.
Teniendo en cuenta las cosas que las familias le han contado sobre ella, se puede intuir que hacía tantas fotos y videos para recordar a los niños a los que cuidaba, ya que eran muchos y normalmente les cogía mucho cariño en el tiempo que vivía con ellos; rara vez mostraba su trabajo porque tenía un carácter más personal y propio de lo que la gente podía llegar a entender.
En un momento del documental, Vivian se refiere a si misma como "una especie de espía" ya que en tiendas no daba su nombre real. Esto puede deberse a que no quería que su trabajo se descubriera cuando falleciera, tal y como hizo John, uniendo "piezas" de su vida y buscando en todos los sitios que frecuentaba. Así que quizá si siguiera viva no le gustaría ver todo lo que se ha montado en torno a ella, porque no hay indicios de que quisiera revelar o dar a conocer sus fotos.
Esta es una foto en vertical, en blanco y negro, realizada en la calle por Vivian. Fue hecha en un día de lluvia, ya que se ve en el suelo un charco en el que se refleja el sol, los árboles de alrededor y las figuras del hombre y los niños que le acompañan, quienes, se supone, son sus hijos.
La imagen da una sensación de soledad, pero a la vez de calidez, ya que a pesar de que estas son las únicas personas que se ven en la calle, el reflejo del sol en el agua del suelo hace que se note que era un día soleado.
Aparentemente, uno de los niños vio a Vivian, pues en la foto aparece girado hacia ella.
Era algo típico en sus trabajos documentar la vida cotidiana de la gente que paseaba por Nueva York de manera espontánea, y este es un claro ejemplo.
Este es un autorretrato en el que se puede ver a Vivian con dos niños, probablemente, niños a los que cuidaba.
Esta imagen es un reflejo suyo en un retrovisor de un coche que habría por la calle o que era de su propiedad. El cielo se refleja en el coche, por lo que no se aprecia bien si es azul oscuro o negro. Se ve que los niños están en un carro.
Otra de las especialidades de Vivian eran los autorretratos, los cuáles planificaba cuidadosamente. La mayoría de sus fotografías lo son, y bastante parecidas a esta.

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