A pesar de que en la mayoría de sus fotografías aparece ella misma, no las considera autorretratos. Sherman se utiliza a sí misma como vehículo para representar una gran variedad de temas del mundo contemporáneo, como el papel de la mujer o el papel del artista. A través de una serie de diferentes obras, Sherman ha planteado difíciles e importantes preguntas sobre el papel y la representación de las mujeres en la sociedad, los medios de comunicación y la naturaleza de la creación del arte.
Después de su graduación, en 1976, decidió mudarse a Nueva York para embarcarse de lleno en su carrera artística, en un loft en Fulton Street en el bajo Manhattan. Fue entonces cuando comenzó a tomar fotografías de sí misma. Estas fotografías, autorretratos conceptuales, vendrían a ser conocidas como Complete Untitled Film Stills (1977-1980), en los que escenifica situaciones con vestuario y utilería para dar a las fotografías la apariencia de un fotograma cinematográfico, usando estética y planos propios del Cine negro. En otra conocida serie "Retratos históricos", Sherman personifica protagonistas masculinos de pinturas clásicas de la historia del arte de Occidente, tales como "Baco enfermo" de Caravaggio, entre otros. Si bien Sherman aparece en las fotografías, ella no las considera propiamente autorretratos: en Untitled Film Stills, tal vez uno de los trabajos más conocidos de la carrera de Sherman hasta el momento. En estas fotografías, que empezaron en 1977, Sherman se pone a sí misma en el papel de actriz de películas clase B. Sus fotografías muestran personajes construidos con pelucas, sombreros, vestidos, ropa diferente a la suya. Estas fotografías pueden confundirse con retratos pero son algo muy diferente. En cada una de estas fotografías, Sherman juega un rol, una ficción autofabricada en la que posa adoptando roles femeninos estereotípicos: ama de casa, prostituta, mujer en peligro, mujer llorando, bailarina y actriz.
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